Un año más, la Antorcha Solidaria recorrió las calles de La Cistérniga (Valladolid) uniendo a familias, vecinos y amigos en apoyo a las personas afectadas por leucodistrofias. Durante toda la semana se llevaron a cabo actividades con el propósito de sensibilizar, educar y sembrar valores que nos hagan mejores como sociedad. Porque la lucha contra las leucodistrofias también pasa por conocerlas, entenderlas y, sobre todo, no mirar hacia otro lado.
El lunes 9 de mayo, tuvimos la oportunidad de visitar el CEIP Joaquín Diaz, donde compartimos charlas con los alumnos de 1º a 6º de primaria. Sus preguntas, atención y su cariño nos recordaron la importancia de hablar con naturalidad y cercanía sobre realidades que a veces parecen lejanas, pero que podrían tocar a cualquiera. El viernes, las charlas tuvieron lugar en el IESO La Cistérniga, donde compartimos con los jóvenes la realidad de estas enfermedades poco conocidas. Fue una jornada completa, donde no faltaron las reflexiones y las palabras de apoyo.
Y llegó el viernes 30 de mayo, el día que todos esperábamos. Aunque la lluvia quiso ser la protagonista, no pudo con las ganas ni con la ilusión. El evento comenzó en el polideportivo municipal, resguardados pero emocionados. Allí, pudimos disfrutar de una actuación musical y de una pequeña patinadora que nos regaló un momento precioso, lleno de arte y simbolismo. Cuando el cielo nos dio una tregua, salimos por fin a recorrer las calles de la Cistérniga.
Tuvimos el honor de contar con la presencia de Carolina y su familia, protagonistas del libro Carolina Purpurina, que llevaron la antorcha en nombre de todas las familias afectadas por leucodistrofias. Quienes quisieron, pudieron conocer a Carolina en persona, compartir unos minutos con ella y llevarse su libro firmado. Un gesto que quedará grabado en muchos corazones.
Gracias a la colaboración de todos, se recaudaron 1672.25 euros. Las camisetas solidarias estuvieron disponibles para los primeros 1.100 inscritos. Además, se colocaron huchas solidarias para recoger donativos destinados a la asociación.
Este tipo de eventos no sería posible sin el trabajo constante y generoso de muchas personas. En especial queremos dar las gracias a Javi y María José Marbán, por su incansable labor, su apoyo incondicional y por hacer posible que este evento sea una realidad.
Esperamos que esta antorcha siga brillando cada año, más viva que nunca, como símbolo de nuestra lucha compartida contra las leucodistrofias.
